No nos gusta leer o no nos apasiona. Es una actividad que a veces nos parece anticuada, lenta en nuestra multiactiva jornada y ¿para qué malgastar esfuerzo tiempo y dinero en libros cuando las imágenes son rápidas, gratuitas y valen más que mil palabras? Conectarse al mundo escrito cuesta y nuestra mente tan sobrecargada de imágenes no necesita esforzarse en un mundo audiovisual que le indica cómo tiene que vivir y lo que tiene que pensar...En cambio, solo se puede desarrollar la inteligencia leyendo mucho y aunque las palabras sean tan lentas y lineales, cada palabra es una valiosa herramienta para convivir, comprender, inventar, resolver nuestras dudas o entender y explicar nuestros sentimientos.
Los medios audiovisuales no razonan, los vemos en bloque, son percepción rápida, son "una totalidad que seduce" como dice J.Antonio Marina. Son las palabras las que "iluminan" las imágenes y no a la inversa. Incluso muchas imágenes que parecen significar tanto, necesitarán mil palabras o más para ser comprendidas con claridad.
Si no leemos y escribimos tampoco seremos capaces de comprender, opinar, reflexionar o criticar lo que veamos, escuchemos, toquemos o sintamos. No somos analfabetos porque pensamos con palabras y leer desarrolla nuestra inteligencia por encima de cualquier otra habilidad. Incluso en nuestra era digital leer y escribir son herramientas es imprescindibles para configurar nuestra identidad digital.
Conectarse al mundo escrito con la herramienta "lectura" es un interesante reto en nuestra sociedad del aprendizaje y de la información. Tenemos que educar para leer, desarrollar en potencial lector -a veces muy atrofiado- que tienen nuestros alumn@s a pesar de estar rodeados de tantos conocimientos.
La enseñanza es insuficiente cuando nos topamos con la voluntad y ejercitar el pensamiento crítico tendría que estar implícito en cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje dentro o fuera de las aulas.
Nos causan impacto las alarmas sociales sobre las carencias lectoras de nuestra población y en el ámbito docente intentamos poner remedio curricular obligando a leer dentro y fuera del aula e incluso -con excesivo celo profesional- disminuimos calificaciónes ya anoréxicas o suspendemos a quienes leen si no nos presentan "el trabajo" correspondiente que lo demuestre . Según Pennac "solo diciéndole al niño "lee" no se logra un lector" y nosotros temerariamente interrogamos sobre las lecturas realizadas o no valoramos a quienes por lo menos lo intentan...
Educar para leer supone animar, convencer, practicar la capacidad de descubrimiento de mundos y submundos escritos en cualquier circunstancia. La afición a la lectura es posterior y puede llegar o no con la práctica -al igual que la mayoría de nosotr@s sabemos planchar pero no nos aficionaremos jamás a ella.
La lectura en libertad no dispersa ni sujeta a calificaciones, trabajos o memorización de contenidos y valorada por nuestro alumnado parece ser el comienzo de cualquier animación lectora. Las estrategias que utilicemos siempre tendrán que fomentar el placer por la lectura, no la obligación de leer. En definitiva, necesitamos comentar los libros leídos al igual que lo hacemos con un partido de fútbol, una película o un artículo. Rober Dewar dice que "las mentes son como los paracaídas, solo funcionan si están abiertos" y en estadios de lectura vacilante la lectura nunca será gozosa e interpretativa.
Adquirir un buen hábito lector supone superar obstáculos no crear más. Los ingredientes: observación, tiempo, paciencia, entusiasmo, comunicación constante, imaginación, espíritu de curiosidad, orden, firmeza, elaborar un proyecto y seguirlo...Y sobre todo, sentido común para entender que las carencias lectoras se subsanarán casi seguro, leyendo más y mejor también nosotro@s.
Procedencia de las imágenes: Tata Rosa y Google
Hola Mila,
ResponderEliminarte he buscado en el facebbok, y cuál ha sido mi sorpresa al ver una foto de Aldara, una alumna mía de Mislata hace ya unos cuantos años, la recuerdo con mucho cariño, inteligente y muy trabajadora, además de guapísima.
Dile si recuerda a su profe de Inglés Eva Jorge.
Mila, estaría encantada de conocerte, últimamente voy muy liada con los tres pitufos de la casa, las noches son duras y apenas duermo...pero soy muy feliz.
Un beso fuerte.
Eva Jorge.
Hola Eva y bienvenida al club de los tres hijos. Se lo diré a mi hija Aldara, gracias por pasarte por este blog y a ver cuándo podemos leer una de esas crónicas docentes tan ingeniosas que escribes -aprovecha alguna noche de insomnio- jeje. Tenemos pendiente merienda (llevaré ayuda para cuidar a peques)Un besazo madraza!!!
ResponderEliminarGracias por compartir este blog.
ResponderEliminarUn abrazo y Feliz 2012 :-)